México debe actuar con rapidez y decisión, dicen expertos
Obesidad infantil: al filo del abismo
Riesgo de que el problema quede fuera de control si no se toman medidas. El número de niños gordos creció 77% en México en los últimos ocho años. |
|
20-Octubre-07 | |
En México la obesidad infantil es una bomba de tiempo, un explosivo que tiene corta la mecha: si en tres años no se adoptan medidas drásticas para contener su avance desmesurado, se corre el riesgo de perder el control. Se estaría condenando a las generaciones por venir a una vida pesada, peligrosa, en la que muchos niños y adolescentes podrían morir de enfermedades antes asociadas exclusivamente a los adultos. La advertencia la hicieron los doctores Francisco González García, cirujano pediatra y gerente médico de la farmacéutica Roche, y Silvia Quiroga González, nutrióloga, que participaron en el curso de actualización médica Voces en Pediatría, convocado por Roche, el Hospital Star Médica Infantil y el Consejo Mexicano de Pediatría. González García recordó que "si bien México es el segundo país del mundo en obesidad infantil, es el primero en velocidad de crecimiento". Los datos así lo indican. La Encuesta Nacional de Salud 2006 es tajante al respecto: en 1999 la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños de 5 a 11 años fue de 18.6% (20.2% en niñas, 17% en niños), en sólo siete años pasó a ser de 26% (26.8 en niñas, 25.9% en niños), un desmesurado aumento general de 39.7 por ciento. El dato más alarmante tiene que ver con la obesidad en niños varones, que en el mismo lapso 1999-2006 pasó de 5.3% a 9.4%, un aumento del 77 por ciento. Para los adolescentes (12 a 19 años) los aumentos no fueron tan masivos, pero la prevalencia es alta: por ejemplo, 23.3% de las chicas tienen sobrepeso y 9.2% son obesas. Según el experto, la mitad de esos niños afectados por peso de más ya tienen, sin saberlo, síndrome metabólico: tienen la mesa puesta para padecer en corto plazo obesidad, diabetes, dislipidemias e hipertensión arterial. "Estamos criando la primera generación de niños que podrían morir antes que sus padres", sentenció González García. Parte del problema es que los niños tienen los vasos sanguíneos más delgados que los adultos, así que con menos acumulación de grasa pueden llegar a tener problemas: están en más riesgos que los adultos. Y la parte más difícil del problema reside en la formidable resistencia cultural y social a cambiar de hábitos alimenticios. "La obesidad es más difícil de tratar que el cáncer", opinó el doctor González García. "El cáncer, con los tratamientos adecuados, se quita con una alta proporción de buenos resultados. Pero como combatir la obesidad requiere cambios en el estilo de vida y la colaboración del paciente, la tasa de abandono es muy alta: el fracaso es común". Si un niño llega a la adolescencia obeso, explicó, hay 80 por ciento de probabilidades de que sea luego un adulto obeso. Si se logra controlar su población de células de grasa dentro de límites normales, la probabilidad se reduce a 20 por ciento. Los médicos deben enfocarse, dijo, a reducir los riesgos a la salud de sus pacientes. Y en materia de obesidad infantil es clave que las familias de los niños participen: que lleven a los pequeños al médico para que se les defina una terapia, actividad física, un estilo de vida u otras medidas para controlar su peso. El experto dijo que satanizar o prohibir alimentos chatarra, como sugiere una reciente iniciativa legislativa, tiene pocos resultados positivos. "Aumentar los impuestos tampoco reduce el consumo. Lo que se necesita es educación. Y los niños aprenden bien, pero necesitan mucho apoyo familiar". Datos oficiales documentan que más de 95 por ciento de la obesidad infantil en México se debe a factores nutricionales, o simples o exógenos, es decir, los niños comen mal, no necesariamente poco o mucho, pero no los alimentos apropiados. "Las tendencias dicen que si no hacemos algo realmente efectivo, en el año 2010 el problema será insostenible", aseguró González García. "Nos queda muy poco tiempo para actuar". La doctora Quiroga González dijo que el panorama es difícil pero no imposible. El estilo de vida moderno, en que ambos padres trabajan y andan corriendo todo el día, no se presta para que pongan atención a los menores, pero los principios apropiados son pocos y básicos. "Se trata de educar a toda la familia para que tenga mejor alimentación; no se trata de que coman menos, sino de que coman más sano. Y hay que cambiar el estilo de vida para que sea menos sedentario, que tengan algo de actividad física". Los especialistas mencionaron el fármaco orlistat, comercializado por Roche bajo el nombre de Xenical y autorizado para su uso pediátrico en México. La nutrióloga comentó que un estudio en Vancouver reveló que un año de tratamiento con Xenical significó la pérdida de 2.5 kilos de grasa abdominal comparado con un grupo de control que con dieta y ejercicio perdió 300 gramos. Medicamento singular El orlistat o tetrahidrolipsina (la imagen de arriba es una representación de su molécula) es un fármaco diseñado para combatir la obesidad, lo cual consigue evitando la absorción intestinal de grasas. El fármaco actúa inhibiendo la llamada lipasa pancreática. Se trata de una enzima que degrada los triglicéridos convirtiéndolos en ácidos grasos que pueden ser absorbidos. Si la enzima no actúa, las grasas no se absorben, sólo se excretan. El fármaco está autorizado en México para su venta con prescripción médica bajo el nombre de Xenical, e incluso está indicado para su uso en niños. Se vende en tabletas de 120 mg que se toman antes de cada alimento. En Estados Unidos, Glaxo-SmithKline tiene una variante de venta directa al público que se llama Alli, en dosis de 60 mg. Tanto Xenical como Alli tienen un peculiar efecto secundario, que se puede definir como lo opuesto a la constipación. El tiempo apremia Francisco González García Cirujano pediatra"Si no hacemos algo realmente efectivo, en el año 2010 el problema será insostenible. Nos queda muy poco tiempo". Silvia Quiroga González Nutrióloga"No se trata de que coman menos, sino de que coman más sano; y hay que tener un estilo de vida menos sedentario". |